AGRADECIMIENTOS


Llegados a este punto, no sé si por imposición del destino o bien por los puntos que he ido trazando en la vida para que el destino se pueda llamar destino, me veo ante la ardua tarea de formalizar de manera física el pensamiento, cifra de los procesos vitales y sentimentales, aunque eso sí, siendo plenamente consciente de que el lenguaje al pasar por su tamiz la realidad, la descrea en cierta manera para reinterpretarla a la luz de su lógica. Así que a todas las personas que aquí cito –y seguro que alguna se me ha quedado en el olvido-, por unas u otras causas, sólo les puedo y les debo decir gracias. Esto lo enuncio sabiendo que las palabras son casi siempre insuficientes para expresar la grandeza de los sentimientos:

            (Estamos en proceso de actualización).